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Lo que Pinky y Cerebro querían que aprendiéramos de motivación y atracción de talento… y el streamer del momento Ibai Llanos ya aplica

A estas alturas seguro que has podido ver los titulares de muchas publicaciones que buscan captar la atención enfocándose en generar optimismo con la recuperación post pandemia este nuevo año. Ves títulos como: 

Así mismo me sorprende lo poco que se está hablando de los grandes problemas que hoy están atravesando las empresas para captar y retener talento. En consecuencia, cómo esta dificultad compromete la posibilidad de crecimiento y evolución de los negocios, así como la capacidad de cambio que le permite a las empresas mantenerse en carrera. 

Aunque se dice que muchos son los que ruegan por su continuidad laboral, la “Gran Renuncia” de millones de estadounidenses a sus trabajos es una muestra más que deja en evidencia el hastío que les produce su jornada laboral a muchos profesionales, de diversos sectores y condiciones laborales. 

Más allá de ver que el desempleo en muchos lugares asciende a las dos cifras, no se deja de ver un extenso listado de posiciones vacantes que reclaman desde perfiles técnicos hasta personas que puedan atender a labores de cuidado o brindar servicio al cliente. 

Aunque muchos insistan en culpar a los jóvenes por su desinterés y el incremento de “Ninis”, la realidad es que la pandemia vino a dejarnos las cosas claras, y las situaciones críticas son especiales para tomar conciencia real de lo que son las prioridades. 

Muchos de la generación X e Y cayeron en cuenta que estaban en la angustiosa “carrera de la rata” y que esta no los satisfacía en lo más mínimo, ni siquiera pensando en que podrían llegar al puesto deseado, al modelo de coche y a las vacaciones soñadas en los próximos meses. A otros les pesó mucho la falta de socialización y la contención que les brindaban su vecinos de escritorio y se dieron cuenta que su situación real no era más que un falso estado de confort. Post confinamiento, eso de “la vida son dos días” tiene un valor mayor, y muchos asimilamos que hay cosas que son pérdidas de tiempo  y que no vale la pena desgastarnos por lo que no nos hace feliz a cambio de una retribución que no nos permite los pequeños grandes lujos de una vida normal. 

Los millennials más jóvenes, y ni que decir de los gen Z, ya lo venían asumiendo a través de la experiencia de sus mayores. Por eso fueron los primeros en lanzarse a la vida Knowmad, experimentar el mundo en viajes  (aunque sea en formato “low cost”) y probar suerte montando startups y negocios digitales.

Cierto es que el recambio generacional es un  asunto crítico en estos días, no sólo por las habilidades digitales que se requieren sino por la naturaleza de la vida misma, y las empresas deberán aprender a gestionar esta realidad y superar este quiebre si quieren darle continuidad a sus marcas, y para eso necesitan de talento. Los negocios necesitan imprescindiblemente clientes pero también de un equipo que los mueva hacia el futuro. 

Las mejores prácticas de atracción y retención de talento que nos enseña Ibai

Hace poco menos de un mes, hasta el streamer más exitoso de estos días Ibai Llanos, empezó a buscar talento que se sume a  su equipo para apostar al crecimiento de su negocio. Lo verdaderamente sorprendente fue la onda expansiva de difusión que logro su oferta de empleo. Sus fieles seguidores, en su mayoría jóvenes, empezaron a viralizar la búsqueda en todos los canales digitales que frecuentan al punto de captar la atención de los medios tradicionales. Me atrevo a afirmar que el mayor problema de Ibai fue gestionar el proceso de selección entre tantos candidatos. 

Su éxito en el reclutamiento no sólo se debe a su fama o su poder “influencer” (que bien merecido tiene a mi entender porque es un ejemplo de capitalización de herramientas digitales para hacerse un lugar en el mundo), la realidad es que su gran marca personal (la marca empleadora en este caso)  es fuerte, pero su oferta hizo la diferencia reuniendo el set de mejores prácticas que toda persona dedicada a los Recursos Humanos y/ o los negocios debería saber para tener más posibilidades de sobrevivir y mejorar resultados. 

Los tres ingredientes del éxito

  1. Flexibilidad de horario y teletrabajo. No sólo es para atraer a personas que no quieren madrugar. Es asumir que no se necesita trabajar de 8 a 17 hs o de 9 a 18 hs para hacerlo mejor, la creatividad y las ideas no tienen un día y horario en el que surgen todas a la vez.
  2. El hábito no hace al monje de la misma manera que los títulos y la experiencia no definen al profesional, muchas competencias que se buscan desarrollar en las universidades están obsoletas, otras aún no tienen un circuito oficial de formalización y por eso importan mucho más la capacidad de demostrar lo que se puede hacer.
  3. Los mayores resultados son los que se consiguen trabajando con muchos talentos diferentes, por eso es vital saber organizarse y coordinarse en equipos, cumplir responsablemente con lo asignado para no comprometer a los demás y enriquecer lo que se construye a partir de la puesta en común y el debate de diferentes puntos de vista. 

Ibai enseña, y da muestra que un post en Instagram no hace a un influencer, que los resultados necesitan un trabajo continuo y perseverante en algo que realmente nos guste porque deberemos dedicarnos mucho tiempo antes de recoger los frutos. (Fíjate la cantidad de horas de streaming y participaciones que acumula on line en las últimas semanas, y ni que hablar desde que empezó)

También deja entrever que está asumiendo un riesgo con un nuevo proyecto, por lo que la posición no es eterna, sino que esta en etapa de evaluación de viabilidad aunque claramente busca continuidad. Estar trabajando en una “prueba” implica hacer prototipos que no son maravillosos sino que cumplen con su objetivo funcional aunque no lo hagan a plena calidad, pero aún así sabe que el resultado depende del esfuerzo y por eso ofrece una retribución buena, bastante por encima del salario medio de mercado. 

Pero lo que más llama mi atención es el discurso de Ibai cuando comenzó el proceso de selección en el que se enmarca el proyecto, en la presentación destaca que este es su sueño por lo que nadie puede dudar que esta puesta toda la intención y el esfuerzo en concretarlo. Además remarca que ¡Vamos a cambiar el mundo de la comunicación! No se pretende hacer un audiovisual más o alguien que repita una tarea operativa ya diseñada, se busca un cambio de reglas. 

Esto más que una declaración de intenciones, es una mensaje inspirador para los todos los que quieren usar su energía en algo que valga la pena y los lleve a un nivel diferente, nunca visto. Y así es como me acordé de Pinky y Cerebro, los dibujos animados que reunían a muchos de mi generación episodio tras episodio, aguantando los fracasos y los errores del dúo de ratones esperando que algún día pudieran lograr su cometido. Aunque la realidad y el historial de intentos no fuera alentador siempre esperamos que alguna vez Pinky le preguntará por última vez a su compañero ¿Que haremos hoy Cerebro? y qué el plan finalmente llegara a buen puerto. 

Los jóvenes talentos de hoy, (de edad y de espíritu) no buscan garantía de resultados; ya aprendieron viendo caer a muchos grandes, que el éxito no esta asegurado para nadie. 

Tampoco buscan que les digan que es exactamente lo que tienen que hacer, no son máquinas, para evitar eso se avanzo tanto en materia de robótica. Quieren apostar y jugársela a construir cosas diferentes. 

No quieren un día lleno de actividades, valoran contribuir a una causa pero también disfrutar de su vida haciendo lo que les gusta desde jugar a la play hasta haciendo surf en diferentes mares del mundo. Vivir cada día como si fuera el último es la filosofía de muchos. No es corto placismos es asumir la velocidad del cambio en esta realidad, y que su contribución es mayor si evitan el burn out. 

Quieren una remuneración que les permita vivir con dignidad, pero saben que una cuenta con una cifra abultada no es condición necesaria para su felicidad. 

Valoran la libertad y sentirse parte de causas mayores, de esas que cambian el mundo y revolucionan el status quo, que los motivan a levantarse cada día. 

Colega de Recursos Humanos y Gestión del talento, no los juzgues, pues en muchos casos ellos se han liberado de muchos prejuicios que seguramente han encerrado y limitado a gente de tu entorno y por eso tienen un gran potencial.

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