A estas alturas ya debemos asumir que las redes sociales no son sólo un medio de comunicación, o un escaparate para mostrar una tienda física.
El auge de las redes sociales se debe a su masificación, ha llegado a casi todo el mundo, y a lo eficiente que pueden ser si las utilizamos correctamente, ya que podremos construir valor para nuestro negocio y obtener resultados visibles.
Las redes sociales son bastante precisas en el manejo de datos y las métricas que suministran, por esto también son una excelente fuente de información. Por todos es conocida la frase «el cliente siempre tiene la razón» pero últimamente se asume cada vez más que, en el cliente, está todo lo que necesitamos saber para lograr el éxito.
Todas las redes sociales pueden brindarnos un «identikit» o perfil del cliente que nos sigue e interactúa con nosotros pero… ¿Qué información podemos extraer acerca del cliente en las redes sociales y para qué nos sirve? :
Género y edad o franja etaria a la que pertenecen | Con estos datos podremos saber en qué círculos se mueve, cuales son las redes sociales que utilizan, con qué frecuencia y en qué horarios tienen mayor periodicidad, lo cual nos permitirá definir dónde es más rentable hacer promoción, en qué horarios y qué tipo de contenidos llaman su atención. También podremos hacernos una idea de las inquietudes y objetivos que tienen en mente, dependiendo en que etapa de su vida están, así como los personajes o roles cuyas opiniones más les influyen. |
Ocupación y/o trabajo: a qué se dedica | Podremos relacionar que tipo de empleo tiene y su nivel de ingresos, así llegaremos a hacernos una idea de cuál es el tipo de consumo que realiza, qué significa nuestro precio para el consumidor (es una compra importante porque representa una parte significativa de su salario o, por el contrario, es una compra superflua) |
Hábitos y aficiones | Nos dará una noción de qué tipo de compras realiza, si compra on line, que le interesa normalmente, la idea es que podamos conocer qué es lo que hace en su día a día, con qué frecuencia, qué productos o servicios tienen posibilidades de llamar su atención |
Lugar de residencia | Nos brinda una ubicación geográfica aproximada del consumidor, en dónde se mueve normalmente, que tipo de lugar es donde vive y así podremos llegar al público que transita nuestra zona o las páginas web en las que suele navegar |
Relaciones y vínculos familiares | Podremos hacernos una idea de cuáles son las prioridades del cliente potencial, cómo está formado su núcleo cercano, su familia y la dinámica de las personas que viven o se relacionan asiduamente con el |
La idea de hacer este ejercicio de «empatía» es conocer más profundamente a nuestro potencial comprador y poder aplicar los recursos con mayor eficiencia haciendo productos y servicios a la medida de sus necesidades y publicitándolos adecuadamente. Por suerte internet nos da la posibilidad de hacer publicidad con menores inversiones y un mejor seguimiento de los resultados que alcanzamos.
Nos gusta comparar esta «nueva forma» de hacer publicidad con acciones promocionales típicas como pueden ser el reparto de folletos en una calle. Normalmente quien decide entregar folletería en la vía pública pone a una persona a distribuirlos en lugares cercanos a su negocio, para que los posibles interesados puedan sin un gran esfuerzo ir hasta la tienda, pero lamentablemente no pueden hacer nada con la cantidad de peatones que terminarán tirando su publicidad a la basura porque no les interesa o sin siquiera haber visto de qué se trata.
Con las campañas en internet, si somos minuciosos y armamos una publicidad acorde, llegaremos sólo a los posibles interesados aumentando las posibilidades de concretar ventas y minimizaremos las pérdidas de los «folletos en el cesto de basura«.
